El éxito
Visión de un líder
VISIÓN
PUEDES CONSEGUIR SOLO LO QUE PUEDES VER
El valor de un gran líder para cumplir su visión viene de la pasión, no de la posición. (John C. Maxwell)
El futuro pertenece
a aquellos que ven las posibilidades antes de que sean obvias. (
NO HAY PINTURA DESCASCARADA … TODOS LOS CABALLOS SALTAN
Uno de los más grandes soñadores
del siglo veinte fue Walt Disney. Quien quiera que haya sido capaz de crear los primeros dibujos animados con sonido, los primeros dibujos animados a todo color y la primera película animada de largometraje es definitivamente alguien
con visión. Pero las obras maestras más grandes de la visión de Disney fueron Disneylandia y Walt Disney World. La chispa para esa visión vino de un lugar inesperado.
Cuando las dos hijas de Walt eran jóvenes, él acostumbraba llevarlas
a un parque de diversiones en el área de Los Ángeles los sábados por la mañana. A sus hijas les encantaba y a él también. Un parque de diversiones es un paraíso para los niños, con una atmósfera
maravillosa: el olor a rositas
de maíz y algodón de azúcar, los colores llamativos
de los carteles de anuncios
de los aparatos, y el sonido de los niños gritando cuando la montaña rusa
cae cuesta abajo.
Walt se sintió especialmente cautivado
por el carrusel. Al acercarse, vio una mancha de imágenes brillantes cabalgando alrededor
al sonido de la música del órgano de vapor. Pero cuando estuvo más cerca y el carrusel
se detuvo, pudo ver que sus ojos habían sido engañados. Observó
caballos gastados con la pintura
agrietada y descascarada, y notó que solo los caballos de la línea exterior se movían arriba y abajo. Los otros se mantenían
sin vida fijos en el suelo.
El desengaño le dio una gran visión. Con los ojos de su mente pudo ver un parque de diversiones donde la ilusión no se evaporara, donde niños y adultos pudieran
disfrutar una atmósfera
de carnaval sin el aspecto deteriorado que acompaña a algunos circos o parques
de entretenimiento itinerantes. Su sueño se convirtió en Disneylandia. Como Larry Taylor propone en Be an Orange [Sé una naranja], la visión de Walt podría resumirse como, «No hay pintura descascarada. Todos los
caballos saltan».
AL GRANO
Para un líder, la visión es todo. Es absolutamente indispensable.
¿Por qué? porque es la visión la que lo guía. Es ella la que marca la meta. Enciende
y alimenta el fuego dentro de él, y lo lleva hacia adelante. También es el encendedor para otros que siguen a ese líder. Muéstrame un líder sin visión, y te mostraré
alguien que no va a ningún
lugar. En el mejor
de los casos, viaja en círculos.
Quiero compartir la lectura completa de: Las 21 Cualidades Indispensables de un Líder, solo debes hacer clic en el texto siguiente.
¿Qué es la inteligencia emocional

Una emoción provoca una acción, una respuesta. Habitualmente, ante determinadas emociones, nuestra respuesta suele ser automática, o lo que es lo mismo: una reacción ante un estímulo. Lo que dice la inteligencia emocional es que es posible responder en lugar de reaccionar. Es decir, introduce el concepto de gestión de la respuesta ante un estímulo.
Una emoción se produce como respuesta ante algo que nos sucede. En primer lugar, nos damos una explicación de lo que ha pasado (pensamiento) e inmediatamente tenemos una reacción fisiológica (emoción).
No podemos elegir tener o no una emoción, ya que es algo que pasa al margen de nuestra voluntad. Lo que sí podemos decidir es lo que queremos hacer con ella. Las emociones tienen una carga energética considerable, lo cual nos impulsa hacia la acción. Podemos decir que las emociones son el puente entre el pensamiento y la acción. Y nuestras acciones determinan nuestros resultados, configurando estos nuestra vida. Por lo tanto, si somos capaces de elegir nuestras acciones, es más que probable que obtengamos resultados diferentes.
La inteligencia emocional también resulta útil para mejorar nuestras relaciones con los demás. Y a mejores relaciones, mejor vida. Está demostrado que las personas con una inteligencia emocional elevada tienen una vida más satisfactoria.
Quién es Daniel Goleman?

Si hablamos de inteligencia emocional, el autor de referencia del que debemos hablar es Daniel Goleman. Su libro, “Inteligencia Emocional”, supuso toda una revolución al aportar pruebas científicas acerca de la influencia que tienen las emociones en nuestra vida.
Goleman sostiene que las competencias emocionales se dividen en dos categorías: intrapersonales e interpersonales. Las primeras se refieren a la relación que establecemos con nosotros mismos y la segunda a las relaciones que tenemos con los demás. Todo empieza por uno mismo. Es difícil de creer que alguien que se lleva mal consigo mismo pueda tener buenas relaciones con los demás.
Daniel Goleman es un reconocido psicólogo y conferenciante. En 1995 publicó «Emocional Intelligence», que estuvo en la lista de bestsellers del New York Times durante un año y medio, vendiendo más de cinco millones de copias en todo el mundo.
Nacido y criado en California, estudió antropología en la Universidad de Massachusetts para obtener posteriormente el doctorado en la Universidad de Harvard. Estuvo trabajando como redactor de la sección de ciencias de la conducta y del cerebro en el famoso diario New York Times y fue profesor de psicología durante muchos años.
Además, fue cofundador de la Sociedad para el Aprendizaje Académico, Social y Emocional en el Centro de Estudios Infantiles en la Universidad de Yale. La misión de la asociación era ayudar a las escuelas a introducir cursos de educación emocional.
¿Para qué sirve la inteligencia emocional?
El pensamiento occidental, lógico-racional, no cree tanto en el cambio como en la seguridad que ofrece el conocimiento y la experiencia para controlar el futuro. Desde esta perspectiva, lo más importante son:
- Las conductas (no las emociones)
- Los conocimientos (no lo intuitivo)
- Los resultados (no los procesos)
El aprendizaje se basa, principalmente, en la repetición de asociaciones entre conductas y resultados que nos han beneficiado en el pasado, evitando aquellas negativas.
Este modelo de aprendizaje es esencial para la supervivencia de cualquier especie y, en el caso del ser humano, fundamental en sus primeros años de vida. Para modelar su conducta, los adultos utilizarán la recompensa o el castigo.
En muchas empresas también se emplea la motivación externa. Por ejemplo, se puede incentivar a los empleados para que alcancen sus objetivos a través de una bonificación salarial. De esta forma, siguiendo el pensamiento causa-efecto, si la conducta (A) del empleado le lleva a alcanzar resultados (B), obtendrá una compensación (C). Si la persona no llega a los resultados planificados, no obtendría compensación.
En este contexto, la complejidad del ser humano en un entorno globalizado y tecnológico ha desestabilizado este sistema lineal de estímulo-respuesta. Esto ha provocado que disciplinas como la psicología o la neurociencia hayan dirigido su interés hacia lo que nos provoca conflicto (el cambio) y su catalizador: las emociones.
Las emociones tienen una gran trascendencia en nuestro día a día e influyen en la mayoría de decisiones que tomamos. Por ejemplo, a la hora de elegir pareja o de escoger empleo. Unas personas tienen mucho más desarrollada la faceta emocional que otras. Por eso, es necesario prestar atención a esta clase de habilidades emocionales, ya que pueden marcar nuestra vida y nuestra felicidad tanto o más que nuestra inteligencia.
¿Por qué es importante la inteligencia emocional en el trabajo?
Según Daniel Goleman, la importancia de la inteligencia emocional en el liderazgo implica que las personas puedan llevar a cabo su trabajo de modo eficaz. La competencia de un jefe puede medirse según el aprovechamiento del talento de sus empleados.
La creatividad, la empatía y el pensamiento sistémico es fundamental para adaptarse a un mundo cada vez más cambiante donde la innovación, los negocios y las humanidades van de la mano.
Si nos paramos un momento a pensar cuándo nos hemos sentido más motivados y más felices trabajando, daremos con un estado que no tiene nada que ver con lo racional, sino con el cerebro emocional.
A este estado se le llama «flujo» y sería el mejor ejemplo de inteligencia emocional. Aparece cuando una actividad exige que movilicemos todas nuestras habilidades, lo que lleva a que la persona ponga toda su atención en lo que está haciendo hasta el punto de que se olvide que existe otra cosa en el mundo.
Cuando se entra en «flujo», las emociones están alineadas con la tarea. La persona siente una especie de alegría y optimismo. Lo opuesto al flujo, y lo que lo anularía, sería la reflexión excesiva o el perfeccionismo. Este modelo, que se da en personas altamente comprometidas, implica poner a trabajar las emociones al servicio de los conocimientos, con lo que se obtienen resultados extraordinarios.
En este nuevo pensamiento integrador la motivación está alineada con la autonomía, el talento y el propósito de la persona. Se da paso a empresas responsables que tienen en cuenta la individualidad de las personas, sus valores y motivaciones, provocando que se comprometan por sí mismas con sus tareas y resultados.
Componentes de la inteligencia emocional
Como hemos comentado anteriormente, las personas con un alto grado de inteligencia emocional saben lo que sienten, lo que significan sus emociones y cómo pueden afectar a otras personas. Por eso, tener inteligencia emocional es fundamental para todo líder. ¿A quién crees que le irá mejor? ¿A un líder que le grita a su equipo cuando se estresa o a uno que mantiene el control y analiza la situación con calma?
En este sentido, la inteligencia emocional según Daniel Goleman tiene cinco elementos clave:
- Autoconocimiento
- Autorregulación
- Automotivación
- Empatía
- Habilidades sociales
1. Autoconocimiento
Uno de los elementos clave de la inteligencia emocional según Daniel Goleman es el autoconocimiento. Es importante saber cómo responder ante las cosas que me suceden. Si quiero cambiar algo, primero tengo que saber qué es lo que hago y así poder hacer algo diferente. Si somos conscientes de nosotros mismos, siempre conoceremos nuestras emociones, además de la forma en la que nuestras acciones pueden afectar a las personas que nos rodean.
La clave es comportarse con humildad. No importa cuál sea la situación: siempre podemos elegir cómo reaccionamos ante ella.
2. Autorregulación
En segundo lugar, tenemos que aprender a deshacer los automatismos de la respuesta emocional. Lo que decíamos antes de responder en vez de reaccionar. Los buenos líderes se regulan a sí mismos y no atacan verbalmente a los demás. Además, tampoco toman decisiones rápidas ni emocionales, ni estereotipan a las personas o comprometen sus valores. La autorregulación tiene que ver con mantener el control.
3. Automotivación
La inteligencia emocional también tiene en cuenta la motivación. Si quiero cambiar algo, tengo que saber qué es lo que me impulsa a ese cambio. ¿Qué es lo realmente importante para mí? Hay personas que saben automotivarse y que trabajan para cumplir sus objetivos con estándares extremadamente altos en cuanto a la calidad de su trabajo.
Cada vez que nos enfrentemos a un desafío o incluso a un fracaso tenemos que intentar extraer algo positivo de la situación. Puede ser algo que de primeras nos parezca poco relevante, como un contacto nuevo, o algo con efectos a largo plazo, como una lección. ¡Siempre hay algo positivo!
4. Empatía
Para los líderes, tener empatía es fundamental a la hora de administrar un equipo u organización. O, lo que es lo mismo, contar con la capacidad de entender las emociones del resto y ponernos en su lugar. Tiene que ver con la capacidad de ayudar a desarrollarse a las personas de su equipo, desafiando a quienes actúan de forma injusta o hacen comentarios constructivos. Además, escuchan a quienes lo necesitan.
5. Habilidades sociales
El último elemento que compone la inteligencia emocional según Daniel Goleman son las habilidades sociales, como comunicarse eficazmente, influir, persuadir y gestionar conflictos.
Los líderes que desempeñan bien las habilidades sociales de la inteligencia emocional son excelentes comunicadores. Están tan abiertos a escuchar malas noticias como buenas. Son expertos en lograr que su equipo les apoye y se entusiasme con una nueva misión o proyecto. Los líderes que tienen buenas habilidades sociales también son buenos para gestionar el cambio y resolver conflictos de forma diplomática.
Es importante señalar que la inteligencia emocional se puede entrenar. Es cierto que hay personas que parecen tener cierta facilidad para ello, como si fuera una capacidad innata, aunque todos podemos desarrollarla en mayor o menor medida si nos lo proponemos.
La felicidad
Ejerce el liderazgo
1- HABLA SIEMPRE EN POSITIVO… Cuida la forma de hablar.
Liderar es ser o convertirse en un buen comunicador: Aprende – incluso – a ser positivo en tus reconvenciones. Ser un buen comunicador es, sobre todo, decir siempre lo que hay que decir (sin mentiras y con claridad) pero de forma que siempre pueda ser asimilado positivamente.
2- FELICITA SIEMPRE PÚBLICAMENTE Y EN PRIVADO... pero sólo a
los que lo merezcan.
Liderar es ser justo.
Ya sabemos lo bien que te caen los que siempre están de acuerdo en todo y hasta besan el suelo que pisas, nos pasa a todos… pero esos son los que “viven de ti”, no son los que lograrán que alcances los objetivos y llegues más lejos.
3- RECONOCE EL ESFUERZO Y RESPETA LAS BUENAS INTENCIONES... pero premia sólo los resultados. Liderar es reconocer sin dejar de ser justo. Ya sabemos lo bien que te cae ese chico que se “mata” a trabajar y lo intenta pero no acaba de conseguirlo… pero ni de eso se come ni, premiandolo, conseguirás que lo haga: Si crees que vale, ayúdale, pero no premies nunca (NUNCA) a quienes no consiguen resultados.
4- PREPARA LAS REUNIONES.
Liderar es obtener lo máximo en cada ocasión.
Ya sabemos que eres un genio de la comunicación y que ni Charlie Parker improvisaba mejor que tú… pero prepara las reuniones, así los días malos lo serán menos y los buenos serán siempre excelentes.
5- NUNCA CENSURES A NADIE EN PÚBLICO, hazlo sólo en privado... pero siempre aportando soluciones y apoyo.
Liderar es ser respetuoso y práctico, es contraproducente humillar a las personas, no sirve a nadie. Liderar tampoco es ser condescendiente y “dejar pasar” los errores importantes: hay que corregirlos rápidamente, pero en privado.
Ya sabemos las ganas que le tienes a ese “listillo” que todo lo sabe y siempre hace lo que le viene en gana… dile lo que tengas que decirle pero en tu despacho.
6- EXIGE: ES IMPRESCINDIBLE Y NO DESMOTIVA… salvo si lo haces
de forma grosera. Liderar es exigir y es motivador cuando se es correcto en las formas y justo en el fondo. El líder tiene derecho a exigir porque, primero y sobre todo, se exige a sí mismo. Ya sabemos que hay días que no tienes ganas de nada y que tú mismo serías el primero en ir al cine… pero aguanta un poco, el tiempo pasa volando (como mucho enciérrate en el despacho un rato, procurando que nadie vea que estás navegando sin rumbo por Internet o buscando ese coche de lujo que piensas regalarte).
7- NO TENGAS MIEDO A NO SABER y RECONOCERLO… a pesar de que
eres el jefe, nadie se cree que lo sabes todo (es inútil que lo intentes). Liderar es tener confianza en uno mismo y, si se tiene, no hay que aparentar, se nota.
Eres el Jefe, no la Enciclopedia Británica con piernas. Por no saber no perderás credibilidad, perderás tu credibilidad si dices saber algo que ignoras… Todo eso es verdad salvo que tu ignorancia se refiera a un aspecto básico de tu trabajo que se supone deberías saber, pero ese es otro tema.
8- RÍETE DE TI MISMO, te lo agradecerán y te respetarán más. No te engañes: saben que no eres perfecto.
Liderar es tener sentido del humor, comenzando por uno mismo.
Eres el Jefe no un dios griego ni siquiera eres un top-model, no te esfuerces, no eres perfecto: lo sabes tú, lo saben ellos y lo sabe todo el mundo... hasta lo sabe el portero.
Nadie es perfecto: perderás tu credibilidad y su respeto si pretendes serlo.
9- NO OLVIDES QUE, SI POR SER EL JEFE, SIEMPRE QUIERES TENER RAZÓN... QUIZÁS SIGAS SIENDO EL JEFE PERO DEJARÁS DE TENERLA.
Si no sabes, escucha.
Si no estás seguro, pregunta.
Si te equivocas, admítelo y rectifica...
Pero una vez hayas escuchado y comprendido, preguntado y obtenido respuesta, y hayan sido rectificados los errores, no esperes más: DECIDE TÚ y sigue, y haz que sigan TU camino con confianza.
DECIDE TÚ, es tu función.
Sólo puedes tener éxito si ejerces tu liderazgo.
¿QUÉ ES LIDERAR?
Liderar es la capacidad de inducir a los demás acciones voluntarias.
No te confundas: el líder enérgico no transmite órdenes militares, transmite energía y dinamismo.
EL LÍDER:
El líder no hace uso de su autoridad jerárquica: Usa su autoridad moral. El líder no dicta órdenes: Induce a los demás a hacer.
El líder no empuja: Conduce a sus hombres y mujeres al éxito.
PRINCIPIOS BÁSICOS DEL LIDERAZGO:
1. CREDIBILIDAD: Ser capaz de hacerlo
Tú debes ser capaz de hacer lo que hacen tus colaboradores, todo.
No es imprescindible que seas el mejor… pero debes ser de los mejores.
No sirven aquellos que pretenden que los demás hagan lo que ellos mismos no harían.
Cuando propongas algo nuevo: demuéstrales que se puede hacer.
2. ACTITUD: ESTAR AL SERVICIO DE TU GENTE
Tú debes estar al servicio de tus colaboradores, no a la inversa.
Ellos trabajan para ti, su éxito será tu éxito: Ayúdales y apóyalos, ponte a su servicio para lo que puedan necesitar (lo que no significa decir que sí a todo).
Haz que vender sea una tarea fácil, lo más fácil posible.
Sé leal: defiéndelo, apóyales y protégeles… y te serán leales.
Sólo con esta actitud tendrás éxito.
3. A CADA UNO LO QUE NECESITA, EN EL MOMENTO OPORTUNO. Quédate cerca, observa siempre, analiza siempre, piensa siempre en ellos y actúa en cada momento según sus necesidades: Anticípate a sus crisis y ayúdales a superarlas, dales “caña” cuando sea necesario y puedan
soportarlo (siempre en privado), felicítalo siempre que tengan un pequeño éxito, apóyalos cuando fracasen… y dales una palmada en el hombro de vez en cuando aunque no haya pasado nada.
Sólo así sacarás el máximo partido a tu gente.
4. TENER O ADQUIRIR LAS CUALIDADES DEL LÍDER: Entusiasmo. Valor. Confianza en sí mismo. Integridad. Interés. Humor. Sentido de la organización. Visión. Lealtad. Justicia.
5. SER JUSTO: TRATAR CON JUSTICIA A TU GENTE
Ser objetivo en las relaciones, aunque a veces duela: Apoyar a los mejores
- aunque te caigan mal - y crecer con ellos, no tener favoritismos.
No caer en las redes de aquellos que sólo buscan complacerte: Apoyar a los que son, objetivamente, mejores y a aquellos que se esfuerzan sinceramente para mejorar. Desconfía de los que siempre están de acuerdo y te dicen a todo que sí.
NO TE PREOCUPES:
Digan lo que digan, los líderes no nacen, se hacen. Esfuérzate y lo lograrás.
EL MAL LÍDER
- Nunca deja hablar
- Impone su punto de vista y no quiere escuchar las opiniones de otras personas.
- No reconoce sus errores
- Si un proyecto no ha salido bien, siempre es culpa de sus colaboradores, de los clientes o de la competencia.
- Incumple sus promesas
- Se compromete a cualquier cosa para lograr sus objetivos y luego vulnera sistemáticamente los plazos y las condiciones.
- Impide que nadie le haga sombra
- Cuando aparece alguien que destaca, hace todo lo posible por restarle méritos: tiene miedo de que le arrebate el liderazgo.
- Es incapaz de motivar
- Su equipo siempre se siente obligado a hacer las cosas, sin ningún entusiasmo.
- Jamás se arriesga
Rehúye asumir cualquier reto que pueda poner en peligro su posición.
- No cae bien a nadie
- Dos personas pueden no llevarse bien; cuando todo el equipo no aguanta a alguien, lo que falla es esa persona.
- Es autoritario
- Como es inseguro, ejerce el mando atemorizando a los demás. Le encanta abroncar en público, pero vacila al hacerlo en privado.
- Rehúye el conflicto
- Prefiere posponer todo lo posible la resolución de cualquier problema, debido a su incapacidad para gestionarlo.
- Pierde el control
- Cuando fracasa o le señalan sus limitaciones, reacciona de forma emocionalmente desmesurada, para eludir el fondo del asunto.
- Sólo se preocupa por él
- Le da igual que sus colaboradores queden mal por culpa de sus decisiones.
- No tiene empatía
- Es incapaz de entender cómo se sienten las personas de su entorno.
- Todos le abandonan
- La gente que tiene a su cargo se cansa de aguantar y cambia de trabajo.
- En tiempo de crisis, le traicionan los nervios
Hay un caso real de una empresa que pasaba dificultades y el director se
dirigió así a su equipo:
“Podéis estar tranquilos: si la cosa se pone fea seré el PRIMERO EN MARCHARME”
Les dejo un video con la analogía que hace un médico de Liderazgo, ES EXCELENTE NO DEJES DE VERLO...!!
Coaching en ventas
El perfeccionamiento sistemático del equipo de ventas es una de las claves del éxito comercial.