LA MOTIVACIÓN
Para animar a las personas a que trabajen
individualmente o en grupos, para obtener mejores resultados, es necesario
potenciar sus propias motivaciones.
Que importante es mantener una plantilla sumamente
motivada resulta esencial para cualquier empresa que quiera obtener buenos
resultados y mantener su crecimiento. Por ello aprender a motivar a los demás
se ha convertido en una aptitud esencial para los directivos con el fin de
crear y mantener un ambiente positivo en el lugar de trabajo.
El arte de motivar a las persona comienza con aprender
a influir en la conducta de los individuos. Una vez lo haya comprendido, es más
probable que obtenga los resultados que desean la empresa y sus miembros.
La motivación es la voluntad de actuar. En una época,
se suponía que la motivación debía provenir de fuera, pero ahora se considera
que a cada uno nos motivan impulsos diferentes. En el lugar de trabajo debe
intentar influir en su personal para adaptar sus motivaciones a las necesidades
de la empresa.
Para potenciar a los empleados, las empresas evitan en
lo posible “ordenar y controlar” y adoptan el “aconsejar y consentir” como
método para motivar. Este cambio de actitud se inició cuando los empresarios se
dieron cuenta de que recompensar un trabajo bien hecho era más eficaz que
amenazar con medidas punitivas por el trabajo mal hacho.
La motivación es duradera. Infunda mayor motivación en su personal confiando en que trabajaran con iniciativa y alentándolos a hacerse responsables de determinadas tareas. En el caso del personal desmotivado, averigüe que los motivaría y ayúdelos en la medida de lo posible. Unos individuos altamente motivados son esenciales para aportar a las empresas las nuevas iniciativas necesarias en el competitivo mundo empresarial.
A QUIEN MOTIVAR?
Se solía considerar que la motivación tenía una sola
dirección: hacia abajo, esto es, el superior debía motivar al subordinado. Esto
ya no es suficiente. En las empresas bien gestionadas, en las que los
subordinados hacen mucho más que cumplir órdenes, es posible que los superiores
deban ser motivados para actuar en consecuencia. Anime a sus colegas a
compartir sus ideas y su entusiasmo en el trabajo. Use la motivación para lograr
que todos colaboren y cooperen con usted.
A partir de los años cuarenta, la investigación de la
conducta humana descubrió que las personas se sienten motivadas por una serie
de necesidades diferentes, tanto en el trabajo como en la vida personal.
Reconocerlas y satisfacerlas le ayudara a obtener los mejores resultados.
Hay teorías motivacionales que se basan en la idea de
que, dada la oportunidad y los estímulos adecuados, las personas trabajan bien
y de manera positiva. Como ejecutivo,
debe ser consciente de cuáles son estos estímulos o “fuerzas motivacionales” Abraham Maslow, un teórico, las agrupo en
cinco áreas. La primera son las necesidades fisiológicas y a estas le siguen
otras, clasificadas como “seguridad”,
“sociales”, “estima” y “autoactualizacion”. Según Maslow, estas
necesidades se abordan por orden: medida que se empieza a satisfacer una, la
prioridad de la siguiente aumenta. Ademas, una vez que una necesidad ha sido
satisfecha, deja de ser un estimulo.
La jerarquía de Maslow es especialmente pertinente en
el lugar de trabajo porque los individuos no solo necesitan dinero y
recompensas, sino también respeto e interacción. Al organizar tareas,
condiciones de trabajo y estructuras
empresariales, tenga en cuenta todas las necesidades incluidas en la jerarquía
de Maslow. Hacerlo no supone un costo mayor, pero no cabe duda de que, desde un
punto de vista psicológico y económico, vale la pena.
Los individuos que forman parte de un grupo tienen
necesidades diferentes de las del grupo en si, pero es importante que se
sientan integrados en el. Busque la forma de equilibrar las necesidades colectivas
con las individuales. Dígale al personal que si el grupo alcanza sus objetivos,
puede que usted pueda satisfacer las exigencias individuales. Procure evitar
prometer aquello que no puede cumplir.