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Prevención

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CONVERSACIONES PUBLICAS Y PRIVADAS

Según Rafael Echeverría los seres humanos estamos constantemente charlando con nosotros mismos. Emitimos juicios acerca de casi todo. Sostenemos conversaciones sobre nuestros deseos y sobre el futuro. Aun cuando estemos sosteniendo conversaciones públicas, sostenemos también conversaciones privadas, y, sin lugar a dudas, sostenemos muchas conversaciones privadas mientras estamos escuchando a los demás. En vigilia, estamos constantemente inmersos en conversaciones privadas. Sin embargo, no las hacemos todas públicas. Siempre estamos evaluando si el hacer tal o cual conversación pública con alguien es adecuado en el contexto de nuestras relaciones. Usual-mente, nos reservamos muchas conversaciones. Nuevamente, no hay nada cuestionable en ello.

Desde esta perspectiva, una relación es buena si encuentra un equilibrio adecuado entre las conversaciones públicas y privadas. Este equilibrio cambia de una relación a otra. Si tenemos una relación comercial con alguien, podríamos esperar que algunas conversaciones fuesen privadas. Si alguien las planteara, bien podríamos decir, «Lo siento, pero esto es privado». Tenemos aquí lo que podríamos llamar el «privilegio del silencio» o «el privilegio de la privacidad». Ello es expresión de nuestra autonomía como personas.

CONVERSACIONES PÚBLICAS Y PRIVADAS
Cada vez que el hablar y el escuchar interactúan juntos, estamos ante una conversación. Con esta definición, incluimos entonces a ese tipo de conversaciones donde el que escucha, es uno mismo.
CONVERSACIONES PRIVADAS

Todo el tiempo estamos conversando. Caminamos mientras que pensamos qué hacer cuando lleguemos, disfrutamos un almuerzo, mientras pensamos cuál será el postre, o cuánto nos cobrarán. Dialogamos con otra persona, y elaboramos juicios sobre lo que nos dice, sobre su forma de hablar, su forma de vestir, sus modismos, sobre lo que nos genera emocionalmente al escucharla, o sobre nuestro propio estado. Este tipo de conversaciones, se denominan CONVERSACIONES PRIVADAS.

CONVERSACIONES PÚBLICAS
Cuando las conversaciones privadas se exteriorizan a un tercero, las convertimos en CONVERSACIONES PÚBLICAS. Cuando le contamos a alguien un secreto, estamos haciendo pública una conversación privada.

¿CUÁL ES EL PAPEL DE LAS CONVERSACIONES PÚBLICAS Y PRIVADAS EN LAS RELACIONES?

Hay quienes sostienen que en una relación de confianza no es bueno mantener conversaciones privadas, que todo lo que pensamos y los juicios que hacemos, deberían compartirse. Que si de verdad existe transparencia, no podríamos mantener pensamiento en secreto. Sostienen pues, que todas las conversaciones deberían hacerse públicas.

En el otro extremo, están quienes piensan que cada uno debe tener su espacio, y que el conversar, muchas veces no sirve de nada. Tu mundo es él tuyo, y el mío es mío. Es decir, relaciones donde no se alientan las conversaciones públicas, y redundas las privadas.

A mi entender, ningún extremo es bueno.

FALTA DE CONVERSACIONES PÚBLICAS
Cuando estamos en una relación en donde no nos sentimos cómodos para sostener conversaciones públicas, es posible que esté faltando la confianza, o la falta de escucha. Decimos, “para qué le voy a contar si no me va a escuchar”, “seguro va a evadir el tema, no le cuento”.
En el coaching, las conversaciones son acción. Acción para resolver, y no quedarnos con eternas conversaciones privadas que no hacen más que dar vueltas por el meollo del asunto.  Técnicamente, decimos que las conversaciones públicas, ayudan a salir adelante ante un quiebre (un darme cuenta).
Por lo tanto, en una relación donde no se genere el contexto propicio para mantener conversaciones públicas, los actores encontraran serios problemas para resolver. Dado que todas las relaciones tienen problemas, y aquellas que más progresan, son las que los resuelven, no evadiendo ni resolviendo sin consultar, sino a través de las conversaciones públicas. Éstas abren un espacio de posibilidades, de chequeo sobre lo que siente el otro, de pedidos, ofertas, promesas y reclamos.

FALTA DE CONVERSACIONES PRIVADAS
Cuando transformamos una conversación privada en una conversación pública, es decir, cuando manifestamos en una relación, lo que nos pasa por la cabeza, lo que sentimos, y lo que queremos solucionar, tenemos que hacernos cargo de lo que generamos en el otro.
El lenguaje no es inocente. No se trata de ser brutalmente honesto, lastimando a otra persona. Debemos cuidarle porque las relaciones se riegan día a día, y desde la antología del lenguaje, el lenguaje crea la realidad, más que describirla.
Por otro lado, desde el enfoque gestáltico, el ser vive en la unicidad como en el contacto. Este es el concepto del circuito sano. Entramos en contacto con el otro, para luego volver a estar con nosotros mismos. Aquellas relaciones en donde el contacto nunca se interrumpe, caen en lo que en Gestalt se denomina CONFLUENCIA.

Todos tenemos derechos a la intimidad, ya que es un derecho del ser humano, y éste último no debería ser usurpado nunca. De lo contrario, se constituiría en una “violación mental”, metafóricamente hablando.

CONCLUSIONES SOBRE LAS CONVERSACIONES PÚBLICAS Y PRIVADAS
No está claramente establecido el límite entre las conversaciones públicas y privadas. Una conversación puede ser privada en un contexto, y pública en otro. Por ejemplo, cuando le contamos a nuestro Coach lo que nos pasa. Socialmente hay un estándar implícito de lo que debería hacerse público o privado, pero está en la flexibilidad de cada relación, lo que la constituye para que las conversaciones privadas se hagan públicas y viceversa.